-Erase una vez una niña inocente,
amante de la música, con cabellos finos como el lino y con una amiga de
confianza: la esperanza. Su amiga, esperanza siempre le decía los planes del
día y; después, le sacaba una pequeña sonrisa de premio.
- ¿Qué haremos hoy, Esperanza?
-Hoy te voy a hacer feliz – le respondía ella.
Todos los días de su infancia la esperanza nunca le dejo sola, eran uña
y carne, y así la pequeña niña tan inocente con cabellos finos como el lino, consiguió
ser feliz por siempre.
muchas gracias:D!
ResponderEliminarAhora me pasare por el tuyo y te dire que me parece:)
Un beso :* (L)