martes, 12 de junio de 2012




-Erase una vez una niña inocente, amante de la música, con cabellos finos como el lino y con una amiga de confianza: la esperanza. Su amiga, esperanza siempre le decía los planes del día y; después, le sacaba una pequeña sonrisa de premio.
- ¿Qué haremos hoy, Esperanza?
-Hoy te voy a hacer feliz – le respondía ella.
Todos los días de su infancia la esperanza nunca le dejo sola, eran uña y carne, y así la pequeña niña tan inocente con cabellos finos como el lino, consiguió ser feliz por siempre.

1 comentario:

  1. muchas gracias:D!
    Ahora me pasare por el tuyo y te dire que me parece:)
    Un beso :* (L)

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